por Pablo Martínez | Oct 14, 2019 | Noticias |
Titulado “La declaración testimonial
de niños, niñas y adolescentes. Propuesta de un estándar normativo para su
práctica y valoración”, nuestro asociado obtuvo financiamiento estatal para su
investigación, patrocinado por la U. de Talca, por un período de tres años.
En palabras de su autor, “(…) el problema
jurídico que se proyecta abordar con el desarrollo de la investigación dice
relación con los desafíos que plantea el testimonio judicial de niños, niñas y
adolescentes, a quienes se les ha reconocido el carácter de fuentes de prueba
en diversas sedes procesales. De esta forma, el objetivo general del trabajo
consiste en proponer un estándar normativo general para la práctica y
valoración de la declaración testimonial de niños, niñas y adolescentes en el
ordenamiento procesal chileno, que cumpla con las garantías del debido proceso
-particularmente los derechos de los litigantes para presentar su prueba, controlar
la prueba de la contraria y obtener una sentencia motivada racionalmente- y la
protección integral de los derechos de la niñez”.
Esta investigación tiene como antecedente el hecho que “(…) las
reformas al sistema procesal chileno han procurado eliminar las barreras de
entrada para la práctica de medios de prueba (…) y en lo que respecta a las
declaraciones testificales, se ha suprimido toda limitación etaria para admitir
la deposición de una persona, de modo que las partes pueden valerse de los
relatos prestados por niños, niñas y adolescentes en apoyo de sus pretensiones.
Sin embargo, el legislador procesal no ha dado mayores luces acerca de cómo
deben abordarse cada una de las particularidades que presenta la obtención y
valoración de estas declaraciones”.
Sin embargo, esta circunstancia “(…) no puede hacernos
olvidar que las personas menores de edad son merecedoras de una particular
protección jurídica, preocupación que se ha ido incorporando paulatinamente al
ordenamiento procesal, por ejemplo, con el empleo de la sala Gesell (procesos
de familia) o la entrevista videograbada para menores víctimas de delitos
sexuales (Ley N° 21.057)”.
La investigación que se desarrollará
resulta relevante, porque frente a las declaraciones de niños, niñas y
adolescentes en los procesos judiciales “(…) el ordenamiento jurídico debe
contar con los instrumentos necesarios para hacerle frente a los desafíos que
de ello se generan. Por tanto, resulta indispensable establecer un estándar
normativo general para la práctica y valoración de la declaración testimonial
de niños, niñas y adolescentes en el ordenamiento procesal chileno, que
equilibre las garantías del debido proceso y la protección integral de los
derechos de la niñez.
Para ello se requiere de un trabajo
que analice en profundidad el derecho a la prueba, el derecho a la sentencia
motivada, el régimen jurídico de la prueba de declaración de testigos menores
de edad, la jurisprudencia más relevante que versa sobre este tema a distintos
niveles y el complemento insoslayable que para estos efectos revisten las obras
que han surgido desde el campo de la psicología jurídica, en particular la que
estudia los distintos aspectos del testimonio infantil”.
Así, la investigación proyectada
pretende profundizar parte del trabajo que el profesor Contreras efectuó en uno
de los
capítulos de su tesis doctoral -titulado “Valoración
de las pruebas de declaración de personas en el proceso civil”– el que comprende
el estudio de los aspectos generales de la obtención y valoración de las
declaraciones personales, temas que están plenamente conectados con la
investigación que se pretende llevar a cabo, pues sientan las bases a partir de
las cuales se debe analizar las declaraciones testimoniales de las personas
menores de edad.
Del mismo modo, cabe mencionar dentro de la línea de investigación, el trabajo “El testimonio infantil en la justicia de familia”, expuesto en las VII Jornadas Nacionales de Derecho Procesal (PUC, 2018) y que será incluido en el libro que se lanzará en las próximas semanas.
Red Procesal
por Pablo Martínez | Jun 6, 2019 | Editorial |
Cuando cursaba cuarto o quinto año de
derecho, la verdad no lo recuerdo, se abrió una plaza de ayudante para el
Departamento de Derecho Procesal. Sí recuerdo con morbo como se declaraba
desierto el concurso. No había ganas de postular entre mis compañeros porque
nadie recorría los pasillos diciendo “a mí me gusta el Derecho Procesal, eso es
lo mío”. Este descrédito o desprecio por nuestra disciplina, sin temor a
equivocarme es una cuestión que se replicaba en otras escuelas de derecho del
país, y es que la fama de esta rama del derecho de aburrida, monótona,
legalista, adjetiva y a ratos somnífera hacía que se le tratara únicamente bajo
la premisa del deber: Tengo que aprender Derecho Procesal, aunque no me guste. ¿De
dónde provenía (o proviene) esta mala fama? La pregunta más de fondo es ¿ha
cambiado esta noción hoy?
Podemos
coincidir usted lector y yo, que el problema radicaba en el contenido de la
enseñanza. Se nos enseñaba procedimiento, rito, derecho procedimental: plazo,
requisito y efectos. Esto era tanto abrumador como agotador. Alguno por ahí
profundizaba (atrevido para su época) y otros esquivaban de tener que enseñar
teoría de la acción o teoría del proceso. El resto era básicamente un repaso
por los distintos títulos del Código Orgánico y los libros del Código de
Procedimiento Civil. Nadie nos habló de postulación procesal, de la potestad
cautelar, de las crisis procesales, de la diferencia entre inadmisión y rechazo
liminar ni del principio de adquisición procesal.
Hoy
por cierto la cuestión ha dado un vuelco. En un estudio muy interesante como
curioso, el profesor Cristián Maturana Miquel, describe cómo ha cambiado la
inquietud por la investigación en esta rama del Derecho. Hace veinte años Chile
carecía de un núcleo fecundo de investigadores y no había casi doctores del
área, de hecho, la mayor cantidad de docentes en las universidades eran
abogados de ejercicio y sobre todo era muy bien valorado que un Juez hiciera
clases de Derecho Procesal, porque sabía “tramitar”, sabía de “tramitación” y
aquello era imprescindible. Hoy, no hay escuela de derecho seria, que no tenga
un doctor o doctorando en su departamento de Derecho Procesal.
Pues bien, teniendo presente el vuelco aquél y
la profesionalización de la academia del Derecho Procesal, el tema de fondo es
si los contenidos han cambiado. Sin duda que ha habido un cambio, una mirada
diferente y una profundización en el estudio de las instituciones más que en
repetir de memoria un plazo, los requisitos de interposición del recurso y el
efecto de la reserva de acciones. Hay en nuestro país desarrollo e inquietud por
estudios dogmáticos llenos de sustancia y fecundos además en conocimiento
cuantificable. Sin duda ha de revisarse el antiguo calificativo de “derecho
adjetivo”.
Esto impacta, creo de manera
directa sobre la administración de justicia, sobre la litigación y sobre el día
a día judicial, no es cuestión que no produzca un efecto directo. Esta nota, es
la gran utilidad práctica de la enseñanza teórica dogmática del Derecho
Procesal.
Lamentablemente, esta realidad científica aún
está distante del ejercicio profesional. Aún no hemos (porque me siento parte de este
emprendimiento titánico) logrado desde la academia permear a los operadores
jurídicos ni al adjudicador, de esta sustancia y riqueza científica. Y tiene
que ver con tradición de enseñanza, con nuestro pecado original comentado. Aún
vemos fallos que no distinguen entre proceso y procedimiento, se habla en
pasillos y por administradores de tribunal del “patrocinio y poder” como una
sola institución o se oponen por litigantes excepciones de legitimación pasiva
en juicios ordinarios bajo la incombustible excepción del 303 numeral 6 de
nuestro alicaído Código de Procedimiento.
Esto
no debe desalentarnos, debemos permanecer (romántica/estoicamente) difundiendo
este lenguaje técnico que nos devuelva el estándar científico hasta que logremos
abrir la grieta del procedimentalismo aún instaurado en la adultez de la praxis
forense.
Sin embargo, este abismo entre
la praxis y la academia no es solo responsabilidad de los operadores, también
es responsabilidad nuestra y radica en la displicencia por el estudio de temas
generales o clásicos, en muchos casos atribuible a la necesidad de generar
conocimiento cuantificable eficiente, del que las obras generales están
desprovistas. Los invito y desafío a que busquen en vuestras bibliotecas una
sola obra nacional que lleve por título “Teoría general del proceso”. Si bien
es cierto, hay algunos esfuerzos hoy (sobre todo por profesores ya consagrados)
por darle una sistematización a temas generales, se observa con inquietud que
la investigación profunda de nuestros nuevos profesores de Derecho Procesal, está
en desplazar la pluma por problemas de gran especificidad, innovadores sin duda,
traídos desde otras latitudes, incluso desde el mundo anglosajón, pero
olvidando que tenemos una deuda de medio centenario por lo menos, con los temas
teórico generales que forman el tronco. En otras latitudes, se abordó hasta el
agotamiento la teoría del proceso, la jurisdicción, el estatuto de sujetos procesales,
el acto jurídico procesal, etc.; pues bien, bienvenidos entonces ahí los
estudios que aborden campos no explorados. Ese no es nuestro caso, no es
nuestra realidad.
Creo que la consciencia
sobre esta cuestión genera esfuerzos que redundan en una mejor calidad en la
administración de justicia, devuelve profundidad a la actividad procesal y
permite sobre todo que los futuros abogados y jueces aún en formación entreguen
el día de mañana soluciones óptimas al conflicto jurídicamente relevante. Mientras
tanto, seguiremos intentando quitarnos el estigma del patito feo o de la
cenicienta de entre las disciplinas jurídicas, hasta que retome el Derecho
Procesal el lugar que merece, no solo por el deber de tener que estudiarlo.
por Pablo Martínez | Abr 14, 2019 | Noticias |
Hasta el 31 de mayo se encuentra abierta la convocatoria al primer Primer Foro Anual de la Red Chilena de Investigadores en Derecho Procesal.
¿Cómo serán los procesos judiciales en un futuro cercano, qué rol jugará la inteligencia artificial en la defensa o resolución de un caso? son algunas de las preguntas que se intentarán responder en el Primer Foro Anual de la Red Chilena de Investigadores en Derecho Procesal (RedProcesal) , que se realizará los días 1 y 2 de agosto, en Viña del Mar y Valparaíso.
Otras temáticas a debatir son aquellos trámites que “no volverán a ser nunca más escriturados en papel” y , “qué usos se les dará a los datos judiciales albergados en la Oficina Judicial Virtual”.
RedProcesal invita a todos los interesados en participar en el Foro sobre “Justicia Electrónica: Una realidad en Chile”, en el Campus Viña del Mar de la Universidad Adolfo Ibáñez y en la Facultad de Derecho de la Universidad de Valparaíso (Valparaíso).
“El objetivo de este Foro es incentivar el desarrollo de investigaciones o estudios destinados a analizar el impacto, los desafíos y las oportunidades que las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones plantean al mundo del D”, se lee en el sitio web de la Red.
El interés principal radica en los avances e innovaciones que se pueden lograr en la administración de Justicia.
Por ello, los trabajos que se envíen pueden tener un enfoque teórico, histórico, empírico, jurisprudencial, filosófico, o de políticas públicas relacionados con el derecho público. Y, en particular, relativos al derecho procesal.
La convocatoria no está dirigida exclusivamente a abogados, sino que está abierta todos quienes tengan interés en desarrollar perspectivas multidisciplinarias, como profesionales de las ciencias sociales, incluyendo historia, economía, sociología, entre otras.
Asimismo, podrán postular estudiantes de pregrado y posgrado, y también a litigantes.
Los interesados deberán enviar un resumen del trabajo, con un máximo de 2000 palabras, hasta el 31 de mayo de 2019, al correo electrónico contacto@redprocesal.cl, con indicación de su nombre completo, profesión e institución a la que pertenece.
Con fecha 30 de junio de 2019 se informarán los trabajos que resulten seleccionados para exponer durante los días del Foro. Quienes sean elegidos deberán comprometerse a enviar el trabajo completo, cuya extensión máxima será de 7.500 a 10.000 palabras, con el fin de que puedan ser publicados.
La selección de los trabajos estará a cargo de un comité editorial compuesto por tres miembros de la Red Chilena de Investigadores de Derecho Procesal (RedProcesal) integrado por los profesores Macarena Vargas, Jorge Larroucau y Enrique Letelier.
Más información en https://redprocesal.cl/convocatoria/
por Pablo Martínez | Abr 8, 2019 | Convocatoria |
Las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) ya forman parte del desarrollo de los procesos judiciales y de la administración de justicia chilena en general. Paulatinamente ellas se han ido incorporando a la forma en que juezas y jueces, abogadas y abogados, funcionarias y funcionarios judiciales, así como otros actores del sistema de justicia llevan a cabo sus labores profesionales.
La nueva Ley de Tramitación Digital de los Procedimientos Judiciales (Ley N° 20.886 de 2015) es el ejemplo paradigmático de este fenómeno. Del “papel proceso” o del “expediente” del siglo pasado a la firma electrónica o a los arbitrajes en línea, hay una gran diferencia, plena de desafíos y oportunidades.
¿Cómo serán los procesos judiciales en un futuro cercano? ¿Qué rol jugará la inteligencia artificial en la defensa o resolución de un caso? ¿Qué trámites no volverán a ser nunca más escriturados en papel, sino que realizados mediante firma electrónica? ¿Qué usos se les dará a los datos judiciales albergados en la Oficina Judicial Virtual? Estas son algunas de las muchas preguntas que surgen cuando comenzamos a plantearnos estas temáticas.
La Red Chilena de Investigadores de Derecho Procesal (RedProcesal) invita a todos/as los interesados/as en participar en el Foro sobre “Justicia Electrónica: Una realidad en Chile”, a realizarse los días 1 y 2 de agosto de 2019, en el Campus Viña del Mar de la Universidad Adolfo Ibáñez y en la Facultad de Derecho de la Universidad de Valparaíso (Valparaíso).
El objetivo de este Foro es incentivar el desarrollo de investigaciones o estudios destinados a analizar el impacto, los desafíos y las oportunidades que las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones (TICs) plantean al mundo del derecho, específicamente en el ámbito de la justicia, a través de trabajos que pueden tener un enfoque teórico, histórico, empírico, jurisprudencial, filosófico, de políticas públicas relacionados con el derecho público y, en particular, con el derecho procesal.
La convocatoria, por tanto, no se dirige exclusivamente a abogados/as, sino que está abierta todos/as quienes tengan interés en desarrollar perspectivas multidisciplinarias desde distintas áreas del derecho, como a profesionales de las ciencias sociales (incluyendo historia, economía, sociología, entre otras). Serán bienvenidas, además, las postulaciones de las y los estudiantes de pre-grado y post-grado, así como las de las abogadas y abogados litigantes.
Las y los interesados deberán enviar un resumen del trabajo que desean elaborar, con un máximo de 2000 palabras, hasta el 31 de mayo de 2019, al correo electrónico contacto@redprocesal.cl, con indicación de su nombre completo, profesión e institución a la que pertenece.
Con fecha 30 de junio de 2019 se informarán los trabajos que resulten seleccionados para exponer durante los días del Foro. Las y los elegidos deberán comprometerse a enviar el trabajo completo, cuya extensión máxima será de 7.500 a 10.000 palabras, con el fin de que estos puedan ser publicados.
La selección de los trabajos estará a cargo de un comité editorial compuesto por tres miembros de la Red Chilena de Investigadores de Derecho Procesal (RedProcesal) integrado por la profesora Macarena Vargas y los profesores Jorge Larroucau y Enrique Letelier, los que por estatuto de la asociación, no presentarán trabajos al proceso de selección.
Esperamos recibir sus trabajos.
¡Nos vemos en agosto!
Comité Académico
RedProcesal